En el colegio Santa Rosa de Lima, en Medellín, algo poderoso ocurrió: los estudiantes tomaron la palabra, se miraron por dentro y se lanzaron a crear. Así nació FaroFest, un festival hecho por ellos, para ellos. Escribieron, se expresaron, se escucharon. Cada texto, cada gesto, cada risa compartida fue un acto de autoría, un paso hacia la construcción de comunidad, esto fue lo que dijeron:
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Hubo violencia en los comienzos
y lágrimas caían bajo el sol,
pero brotó la resiliencia
como un susurro de valor.
La homosexualidad con voz firme
reclama y forma su expresión,
rompiendo el muro del temor.
Entre cambios y momentos
de serenidad la vida
aprende a respirar.
Aquí compartimos algunas imágenes de ese viaje íntimo y colectivo, donde el arte y la palabra se convirtieron en faro.

