Estoy atisbando ventanales desde el alba brumosa de este día está claro que está turbio el aire y no logro ver más allá de una manzana pero camino rumbo de tu calle y de tu fruto con todas las asfixias del sudor respirándome en el cuello No le alcanzan mis ojos a tu vista se me irritan de tu luz y oteo con linternas en los dedos para saber dónde está hoy tu mano La próxima vez de tu caricia no tiene todavía calendario y en el chisme de mi esquina no hay primicia no sé si será tarde o temprano que escribirá mi diario la noticia y escuchará otra vez el vecindario que ha cesado de mis aires lo malsano y que ha dejado también de ser en vano esto de esperar tu espiración después de que inhales las señales de viejos temores en mi cielo y baje mi nivel de contaminación entre el bosque nocturno de tu pelo