Pronto, quizás muy pronto madre nos haremos falta.
Pararan ante tus ojos mis desagravios e impertinencias,
la incesante forma de contrariar tus normas, tu vida.
Pronto, quizás muy pronto extrañes vos mi firme y tosco andar,
orgulloso y petulante,
por tu casa, por la vida.
No será mi alma menos intensa,
no será mi mirada menos aguda y retadora.
Mi ceño fruncido y mi mirada confusa
son sólo rasgos de mi corto destino,
de mi angustiosa existencia.
Pronto, quizás muy pronto el no dormir
y mi habitar noctámbulo nos distancien,
una carga menos, un suspiro más.
Pronto quizás muy pronto, me prive yo de tu refugio,
de tu abrazo, de tu fértil y rígida mirada
que me ha mostrado los buenos rumbos,
los tuyos, tan propios y certeros.
Algo es cierto en mi corazón, hemos de partir,
de la misma morada o de la misma vida,
y así, sólo así, entenderemos el trasegar homónimo
que cargamos en otro cuero,
en otro ser.
Soy indefectiblemente producto tuyo,
soy indefectiblemente creación mía.
Algún día me encontrar,
y entenderé en tu mirada
que ya adquirí la mía propia.
Ojalá en vida madre,
ojalá a tu lado.